Entrevista con la dramaturga Berta Hiriart/Interview with playwright Berta Hiriart
Write local play global was able to charm Berta Hiriart into finding a few free moments to answer some questions, answers that she is sharing with her fellow playwrights.
WLPG: ¿Hubo algo en particular que te motivó a escribir para públicos jóvenes?
BERTA: Guardo en la memoria la primera vez que asistí al teatro con mi escuela. Desde mi butaca, demasiado grande para una niña, la representación de El sueño de una noche de una verano me hizo saber que el teatro era capaz de reordenar el mundo, de recrearlo a su antojo, de iluminarlo. Supe desde entonces que me dedicaría a este hermoso trabajo.
Entré por la puerta de la actuación. A principios de los años 70, algunos compañeros estudiantes de teatro y yo formamos el grupo “Circo, maroma y teatro”. El reciente movimiento estudiantil, que terminó con la masacre de jóvenes en Tlatelolco, había sembrado en nosotros el deseo de hacer un teatro que fuese más allá del entretenimiento. Bajo el método de la creación colectiva, comenzamos a trabajar en obras que exponían los problemas sociales y familiares de aquel momento.
Nunca dudamos de que buena parte de nuestra producción debía dedicarse a los niños. Nos sentíamos más identificados con ellos que con los adultos, a quienes considerábamos injustos, autoritarios y francamente equivocados en casi todo. Y tuvimos suerte. La directora de educación preescolar de la Secretaría de Educación Púbica, una mujer abierta y comprometida con los niños, creyó en nosotros. En esta etapa, que duraría diez años, nos formamos como actores, dramaturgos y directores, puesto que todos participábamos en las diversas tareas. Y –quizá sea esto lo más importante- de un modo natural nos fuimos especializando en el teatro para públicos jóvenes. Los niños nos mostraron el camino.
WLPG: Was there anything in particular that inspired you to write for young audiences?
BERTA: I keep in memory the first time I attended the theater with my school. From my seat, too big for a child, the presentation of A midsummer night´s dream let me know that theater is able to reorder the world, to recreate it at will, to enlighten it. And I knew from then on that I would dedicate myself to that wonderful work.
I went into Theatre through the door of acting. In the early 70's, some fellow students of theater and I formed the group "Circo, maroma y teatro." The recent student movement, which ended with the slaughter of young people in Tlatelolco, raised in us the desire to do a theater that went beyond entertainment. By the method of collective creation, we started working on plays that exposed the social and family problems of those times.
We never doubted that a good percentage of our productions should be dedicated to children. We identified with them than with adults, whom we considered unjust, authoritarian and wrong on almost everything. And we were lucky. The director of the Department of Public Preschool Education believed in us. At this stage, which lasted ten years, we formed ourselves as actors, playwrights and directors, as we all shared the various tasks. And, perhaps most important, in a natural way, we specialized in theater for young audiences. Children showed us the way.
WLPG: ¿Hay algún autor o grupo que te haya influenciado especialmente?
BERTA: En los viejos tiempos, habríamos de conocer –gota a gota, pues aún no existía Internet- a grupos de otros países que se encontraban en búsquedas similares a la nuestra. Recuerdo la admiración que nos despertó Grips´, de Alemania. Luego llegarían a México varios grupos argentinos, exiliados por la dictadura, con los que tuvimos por años un intercambio fructífero.
Pero el hecho crucial que amplió mi panorama fue el Festival Internacional de Teatro para Niños y Jóvenes “Telón Abierto”, celebrado en México (1997, 1999, 2001), en cuya dirección artística tuve ocasión de participar. Ahí entré en contacto con el trabajo de Le Carrousel (Québec), Quicksilver (Reino Unido), Baggard (Dinamarca), Bambalina Títeres (España), Peter Rinckernecht (Suiza), entre otros. No se puede medir el impacto que esta experiencia tuvo en los mexicanos ahí reunidos pero, sin duda, fue significativo. Al menos yo me vi tocada profundamente por las propuestas de estos talentosos colegas.
En los últimos tiempos, ASSITEJ me ha permitido asomarme al teatro de países que viven condiciones similares a las de México, y algunas obras, como Every year, every day, I´m walking, del grupo sudafricano Magnet Theatre, dejó una marca en mi corazón.
WLPG: Is there an author or group that has influenced you most?
BERTA: In the old days, we knew, bit by bit - there was still no Internet- about some groups of other countries who were in searches similar to our own ones. I remember the admiration that Grips' plays woke in us. But the crucial fact that broadened my outlook was the International Theatre Festival for Children and Youth "Telón Abierto", held in Mexico (1997, 1999, 2001), in which artistic direction I had the opportunity to participate.
It alowded me came into contact with the work of Le Carrousel (Quebec), Quicksilver (UK), Baggard (Denmark), Bambalina Puppets (Spain), Peter Rinckernecht (Switzerland), among others. It is impossible to measure the impact that this experience had on the Mexican theater people gathered there, but certainly it was significant. At least to me, I found myself deeply touched by the proposals of these talented colleagues.
In recent times, ASSITEJ has permited me to have a look at theater made in countries with certain resemblance to Mexico, and some of their works, such as the Magnet Theatre of South Africa's play Every year, every day, I am walking, left a mark on my heart.
WLPG: ¿Cuál es en ti un típico proceso de escritura?
BERTA: Mis puntos de partida para escribir son muy diversos. A veces, la chispa que prende el fuego es una nota del periódico. Me sucedió con un reportaje a propósito del día del padre que hablaba de la gran cantidad de niños mexicanos que no conocen a su papá o lo ven en raras ocasiones. De aquí surgió Salir al mundo, obra montada por diversos grupos a lo largo del país.
Otras de mis obras surgen a partir de comentarios o preguntas de los niños. Basta abrir los oídos para inspirarse: ¿Por qué hay guerras?, ¿por qué hay que morir?, ¿por qué hay papás que maltratan a sus hijos? La lista es larga y para mí conforma una guía. Cuando la pregunta me golpea, me siento a escribir como una forma de ofrecer, no una respuesta, sino un motivo de reflexión, una señal que diga: Te he escuchado y el asunto me preocupa tanto como a ti. Aquí va una historia –llámese Niñas de la guerra, Adiós, querido Cuco o Se busca familia- que trata sobre ello. A ver qué te parece.
También hay obras que comienzan por un sueño, un recuerdo, o simplemente por alguna experiencia que me impacta. No todas cuajan. Hay un prolongado trayecto entre una primera intuición y la obra acabada; un proceso que exige muchas horas de trabajo diario, en el que, poco a poco, van apareciendo los personajes, el conflicto, la estructura. En raras ocasiones llega un toque iluminador; la mayor parte del tiempo se trata de darle vueltas, una y otra vez, a las palabras.
Además, pese a que otros directores me han favorecido llevando mis textos a escena, intento hacerlo yo también. No sólo porque me hace falta la cercanía con el escenario, con el público, sino porque dirigir me permite modificar el texto cuantas veces haga falta.
WLPG: What is you typical writing process?
BERTA: My points of departure for writing are very different. Sometimes, the spark that lights the fire is a story in the newspaper. It happened with an article on the subject of Father's Day that spoke of the many Mexican children who do not know their father or only see them rarely. From this came Going out to the world, a play, that many groups have taken to stage throughout the country.
Another of my plays come from comments or questions from children. It´s enough to open your ears for getting inspiration: Why are there wars? Why must we die? Why there are parents who abuse their children? The list is long and makes up a guide for me. When a question hits me, I start writing as a way to offer, not an answer, but a sign that says: I've heard you and the matter concerns me as much as you. Here's a story -Children of the war, Farewell, dear Cuco or Looking for a family- that talks about it. See what you think.
There are also plays that begin with a dream, a memory, or just some experience that strikes me. Not all of them take shape. There is a long way from an initial intuition to a finished work, a process that requires many hours of daily effort, in which, little by little, they appear the characters, conflict, structure. Rarely comes an illuminator touch. Most of the time creation consistis on being over the words again and again.
Besides, though some directors have favored me staging my plays, I try to do it also. Not only because I miss the closeness to the stage, to the audience, but because directing alowds me to change the text as often as needed.
WLPG: ¿Por qué es importante el teatro para niños y jóvenes?
BERTA: El teatro se ocupa de un área en la formación de los jóvenes que la escuela no cubre: la educación ética y sentimental. Que si bien siempre es necesaria, se convierte en urgente al enfrentar tiempos difíciles, como los que hoy corren en México.
El impacto de la guerra contra el crimen organizado, en un país donde reinan la corrupción y la impunidad, nos ha golpeado a todos, incluyendo, por supuesto, a los niños y los adolescentes: Según la información de la Red por los Derechos de la Infancia, durante los últimos cinco años, han muerto -en ejecuciones o fuegos cruzados- más de mil menores de 17. Cerca de 4 mil, han quedado huérfanos y 30 mil se han sumado –voluntaria o forzadamente- a las filas del crimen.
Para desgracia nuestra, el gasto en armamento se ha incrementado en un 44 por ciento, mermando el presupuesto dedicado a la educación y la cultura. "Menos armas y más teatro” dice la proclama que hoy circula en las redes sociales. Es una voz desesperada que busca alertar sobre la amenaza que se cierne sobre nuestro país si no se corrige el rumbo de las prioridades. Por supuesto, el teatro no puede detener la guerra. La lucha ancestral entre el bien y el mal es una constante en la existencia humana. La panacea solo existe en la mitología. Pero si el teatro no tiene suficiente poder para ganar la batalla contra la banalidad y la violencia, puede, en cambio, ayudar a resistir sus efectos.
Para empezar, ofrece al joven público un alivio inmediato, al permitirle entrar en contacto con el miedo, el enojo o la tristeza de una manera segura. La historia que transcurre en el escenario puede sacudirlos pero es una ficción, una verdad imaginaria. Además, ahí nadie está solo. De esta forma, el teatro se convierte en una especie de refugio, donde caben también el humor, el juego, la belleza, la esperanza.
Desde sus butacas, los chicos tienen ocasión de revaluar la vida, la propia y la de los otros: Al entrar en los zapatos de los personajes, el mundo se mira desde una perspectiva distinta. El corazón se abre hacia circunstancias que podrían ser la nuestra, estimulando a la vez el juicio crítico. ¿Por qué el protagonista tomó tal decisión? ¿Podría haber actuado distinto? ¿Yo, que haría? Se trata de un ejercicio vital, uno de los pocos que pone en juego nociones tan esenciales como la de humanidad.
WLPG: Why is it important for children and youth theater?
BERTA: Theater covers an area of children and youth development that school neglectes: ethical and sentimental education. A matter that while it´s always necessary, it becomes urgent in hard times, as those we live in present day Mexico.
The impact of war against organized crime has beaten all of us, including children and adolescents: According to information of the Network for the Rights of the Children, over the past five years, they have died –in crossfire or executions- more than one thousand children under 17. About 4 thousand have became orphaned and 30 000 have joined, voluntarily or forcibly, to the ranks of the crime.
To make matters worse, arms spending has increased by 44 percent, reducing the budget devoted to education and culture. "Less guns and more theater," says the proclamation that now circulates in social networks. It´s a desperate voice that seeks to warn about the threat that hangs over our country if not corrected the direction of priorities. Of course, the theater can stop the war. The ancient struggle between good and evil is a constant in human existence. panacea exists only in mythology. But if the theater does not have enough power to win the battle against the banality and violence, can Instead, help resist its effects.
For begginig, it provides the young audience immediate relief to stress by allowing them take contact with fear, anger or sadness in a safe manner. The story set in the scenario can shake them but it is a fiction, an imaginary truth. In addition, no one is alone there. Thus, the theater becomes a kind of refugee, where also fit humor, play, beauty and hope.
From their seats, kids have a chance to reevaluate life, self and other ones: By entering into the shoes of the characters, the world looks from a different perspective. The heart opens to circumstances that could be ours, while encouraging critical judgment. Why is the protagonist took that decision? Could he have acted differently? What would I do? This is a vital exercise, one of the few that develops notions as essential as the mean of Humanity.
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